Ubicando a Jumbo
Jumbo es una banda que siempre hace las cosas en plan grande y así anuncia sus intenciones en cada disco: Música bonita, música dichosa, manufacturada con la conciencia y el corazón, esa mezcla provocadora del deleite, ese que se vierte en el corazón y que te hace tararear la rola, o mover el pie, o bailar, o llorar, o reflexionar en soledad, o cantar, o gritar, o simplemente sonreír con la complicidad de quien siente bajo la piel -secretamente abierta, invisiblemente entreabierta-, el dulce afán de decir las cosas siempre soñando y de soñar que siempre que digas las cosas, habrá alguien correctamente ubicado para escucharlas.
Jumbo expuesto
Si existe en este momento una palabra devaluada es RIESGO, Monterrey es una sala de espera, en la que la sociedad -no sé muy bien si paciente o abúlica-, aguarda a que las cosas sucedan, pero Jumbo nos recuerda que también estamos expuestos al amor y que ahora es la hora de ponerle un alto al fuego, nos recuerda que la dicha no está consumida y que también suenan los latidos y los acordes, entonces Castillo alza la voz que por su garganta y desde todos los corazones esparcidos limpia el aire, y uno con asombro, se escucha, se reconoce.
El tamaño Jumbo
Hay oídos, Jumbo mira como lo oyen, sabe que se están escuchando a sí mismos, hermosamente lo sabe y se despliega y se ofrece; la grandeza no solo está en ese nombre que pertenecetambién al Boeing 747, al famoso elefante del circo, o al combo con las papas y la hamburguesa más grandes, Jumbo es el tamaño del eco, es la enorme brisa que nos refresca en cualquier estación, Jumbo propicia otros climas, enciende la luz cuando extrañas a alguien de noche pero también enciende la luz cuando extrañas a alguien de día y eso hermosamente lo sabemos: Es inmenso.
El sonido Jumbo
Adivinar que cuando la música llega abatimos al desamor, presentir el aroma del alma para así dibujar de la realidad el brillo, y retener ese rumor amable donde la alegría sin bordes se despliega y cumple, la grandeza de una banda está en su sonido, el sonido de Jumbo está definido y es un sonido majestuosamente definitivo; así las canciones de Jumbo, así se dan, así vuelan, crujen, llegan, incorporan al instante que insiste fresquísimo en nosotros, al instante que apuesta que la vida no apesta, entonces, tentado, el escucha se detiene para seguir avanzando.
Armando Alanís Pulido